jueves, 31 de diciembre de 2015

LUCAS GONZÁLEZ PINTO

LUCAS GONZÁLEZ PINTO
Mendocino. Pionero en la construcción de los Ferrocarriles Argentinos.
                La Batalla de Pavón produjo un corte importante en la historia argentina. La caballería entrerriana, comandada por Justo José de Urquiza destruyó los flancos del ejército de Mitre. Curiosamente, no atacó a la Infantería Mitrista y le dejó la victoria en el campo de batalla. Mitre volvió a Buenos Aires con su Infantería intacta y el triunfo bajo el brazo. El verdadero triunfo de Mitre fue asimilar el mensaje que le dejó Urquiza, cansado de pelear entre hermanos.
                En 1862 Bartolomé Mitre llega a la Presidencia de la República y en la cartera de Hacienda nombra al mendocino Lucas González. Hace suyo el proyecto de Urquiza de unir el país construyendo el Ferrocarril Central Norte y ve en Lucas González al hombre capaz de conseguir el crédito inglés. Inmediatamente lo reemplaza por Dalmacio Vélez Sarsfield y lo envía a Inglaterra.
                Durante su desempeño en el exterior, cumplió con idoneidad y en 1864, junto con los barcos cargados de insumos para la construcción del Ferrocarril Central, volvió a ocupar la cartera de Hacienda. Adquirió un conocimiento de la materia que le sirvió para formar su propia empresa constructora de ferrocarriles. En su regreso al país, preguntó por su hermano Carlos, quien le había pedido que gestionara la construcción de un ferrocarril a Mendoza. La gran sorpresa de Lucas fue que Carlos González, gobernador de Mendoza, no estaba en el Gobierno. Un grupo encabezado por el Coronel Carlos Juan Rodríguez estaba usurpando el poder, y Don Carlos se hallaba refugiado en su estancia "La Cueva". Este grupo de hombres que habían usurpado el poder se había robado el tesoro provincial y emprendido la huida a Chile. Lucas González vino a Mendoza con un contingente de soldados de la Guardia Nacional, que logró interceptar en Los Andes a los sujetos y fueron obligados a devolver los fondos hurtados a Carlos González, repuesto en su cargo el 6 de Marzo de 1865. Entre esos fondos estaban los destinados a terminar el Colegio Nacional y la Penitenciaría.
                En ese entonces, Sarmiento era embajador en Estados Unidos y allí conoció a un empresario con una gran experiencia en la construcción de Ferrocarriles: William Wheelwright. A ese señor le adjudicaron el primer tramo del Ferrocarril Central Norte, es decir, los 396 kilómetros que hay entre Rosario y Córdoba.
                En 1870, coincidentemente con una gran Feria Industrial, fue inaugurada la estación de Córdoba por Dalmacio Vélez Sarsfield en representación del Presidente. Se licitaría el segundo tramo del Central Norte, 547 kilómetros entre Córdoba y Tucumán.
                 Lucas González fue consultado por el Presidente y su respuesta fue contundente: "Sr. Presidente, la Nación no tiene ni los fondos, ni la gente idónea para encarar el gran problema que presenta la construcción de los durmientes". De esa manera González se constituyó en intermediario entre la Provincia de Santa Fe y los ingleses que compraron tierras con las maderas duras, necesarias para la construcción de los durmientes. Urunday, Ñandubay, y por supuesto quebracho colorado; en el lenguaje ferroviario las obras de arte, es decir, puentes, cruces y alcantarillas, todos fueron construidos exclusivamente de ésta última.             
                Los ingleses, para encarar la construcción formaron una empresa denominada "La Forestal", con la que además de fabricar los durmientes se hacía tanino para la curtiembre de los cueros y carbón para las locomotoras. Se pagó el jornal de 24000 obreros, con 180000 libras esterlinas que llegaron en el Vapor Gassendi. Lucas González fue el responsable de tal erogación de dinero porque, tanto los británicos como la Argentina, se aseguraban que los fondos otorgados por la Banca Inglesa no terminaran malversados en las cuentas numeradas de Suiza.
                Avellaneda llega a la Presidencia en 1874 y convoca a Lucas González, que vuelve a Inglaterra encargado de revisar los materiales con los que se construía el segundo tramo del Ferrocarril Central Norte, entre Córdoba y Tucumán, realizado por la empresa José Telfener y compañía. En 1875, Argentina entra en default y el Ministro de Hacienda, Santiago Cortines, renuncia a su cargo. Avellaneda llama a Lucas González, y lo nombra responsable del Ministerio de Hacienda.
                Si se paraba la obra de construcción del Ferrocarril, tambaleaba el gobierno de Avellaneda. Pero una vez más, don Lucas cumplió y la construcción se concluyó en tiempo récord para la época. Por ese motivo, el 30 de Octubre de 1876 entraba a Tucumán un tren tirado por una locomotora que lucía un gran letrero que decía: "Nicolás Avellaneda". La empresa tiró la casa por la ventana y dio un banquete para 600 personas.
                Mientras esto ocurría, Lucas González con su empresa se había encargado de la construcción del Ferrocarril de Buenos Aires a Ensenada y los ingleses estaban construyendo el Ferrocarril Oeste. De ese ferrocarril, Lucas González hizo también un tramo importante: de Río Cuarto a Villa Mercedes.
Lucas González y Rosa Sáenz Peña
                Avellaneda fue ministro de Valentín Alsina en el Gobierno de Buenos Aires. Desde esa época quería que los inmigrantes que ingresaran a la Argentina lo hicieran para clavar la reja del arado. Le encargó a William Perkins que promoviera la inmigración de colonos irlandeses, que llegaron con sus chaquetas verdes (razón por la cual se utilizaba la expresión "a green go"- "un verde va"). A Lucas González le pidió que lo mismo hiciera con los piamonteses y suizos, que se instalaron en Santa Fe. Continuaron la obra de Aarón Castellanos, fundador en 1857 de Colonia Esperanza, en la cual en una visita presidencial le dieron a Avellaneda una gran recepción, que fue denominada "La Fiesta del Trabajo". La emoción del primer mandatario fue ver la cantidad de hectáreas cultivadas por una inmigración calificada, que encontró una tierra de promisión.
                El centro de operaciones de Lucas González fue Turín y la inmigración canalizada por el puerto de Génova. Don Lucas alternaba entre la función pública a la que era convocado por su idoneidad, con la empresa constructora de ferrocarriles. Entre 1883 y 1887 construye con ella el ramal de Paraná a Concepción del Uruguay, Nogoyá y Rosario de Tala. Entre estas dos últimas había una estación nueva sin nombre, para la que barajaron varios de los próceres. Pero allí estuvo el obrador de la empresa Lucas González, motivo por el cual en vida de Don Lucas le dieron al pueblo y a la estación su nombre, que no pudieron cambiar.
                ¿Dónde estaba en ese momento Lucas González?, de nuevo en Inglaterra gestionando con la firma Murrieta, de Londres, los fondos necesarios para construir tramos importantes del Ferrocarril Central Argentino. A saber: de Chumbicha a Catamarca, de Chilcas a Salta, de Salta a Jujuy y el tramo más importante que fue de Dean Funes a Chilecito. Decía Julio Argentino Roca: "mi amigo el Doctor González es un panteísta, porque recorrió los pagos riojanos, donde se rinde culto a la Pachamama".
                Los fondos que la firma Murrieta otorgó a Lucas González fueron un préstamo de 3968200 libras esterlinas, amortizables semestralmente en las oficinas de Londres, con un interés del 6% anual. Dio el ejemplo, que exigió también a otras empresas cuando fue funcionario público, y en el contrato detalló cada precio hasta de las cosas más insignificantes.
                Fue el último Ministro de Relaciones Exteriores de Avellaneda y en ese período le tocó rescatar a Roque Sáenz Peña, herido y prisionero en Chile. Sáenz Peña se casó después con la hija de Don Lucas, Rosa González, y fue el único presidente que habitó la Casa Rosada. Por lo tanto, una mendocina fue la única mujer que vivió en la Casa de Gobierno como ama de casa. A tal efecto, hizo construir el baño y una cocina en ese domicilio tan excepcional.
                El vínculo con Italia, Lucas González no lo abandonó nunca y falleció en Génova en 1906. Sus restos repatriados descansan en el Panteón de La Recoleta, junto a los de su consuegro Luis Sáenz Peña, de su yerno Roque Sáenz Peña (ex presidentes de la República Argentina), de Benito Villanueva (operador político influyente, fundador de Ingeniero Maschwitz y de Chapadmalal, e introductor de la raza de los caballos pura sangre de carrera).
               

Juan Carlos de Borbón